domingo, 28 de junio de 2009

Lo de este tío es de preocupar....



Hemos estado mi gordi y yo pasando un rato esta tarde en la piscina, aprovechando que no hacía demasiado calor y que los domingos se hacen perezosos. Daba gloria estar entre sol y sombra, al fresquito. Allí hemos estado desde las cinco y media hasta las siete y algo practicando el noble arte del gorrineo despanzurrado sobre toalla (disciplina olímpica cualquier día de éstos). Y cuando hemos subido, la nena se ha ido corriendo al ordenador a chatear con sus amigas, mis costilla ha decidido ducharse y yo me he puesto a zapear tratando de encontrar algo coherente que llevarme a los ojos. Después de un programilla de videos de gente pegándose morrones (lo confieso sin rubor, me da la risa loca ver a la gente cayéndose por doquier), me he dejado llevar por el maldito futbol y he puesto la final de la cosa esa llamada Copa Confederaciones. Hace aproximadamente un mes que me enteré de que existía. Que si la leyenda roja, que si a por ellos, oé, que si nos los vamos a merendar, que la copa es nuestra sin bajarnos del autobús... De momento los yankis dan la sorpresa y empatan a dos con Brasil. ¿Los españoles? Bien, gracias, creo que han ganado el bronce, me he ido al agüita antes de que se consumara el "fastuoso" tercer puesto.

Estoy tomando apuntes, de verdad, para que no se me olvide ninguna de las frasecitas que el calvo de Tele 5 está soltando para la posteridad. El fan de Alonso no, otro calvo. Creo que esta cadena empeora muchísimo la alopecia galopante de sus periodistas. Este calvo del futbol es un pelín talibán, el muchacho. Le falta nada más que salir al campo y empujar a los brasileños. Pedazo integrista. Luego dicen que la gente se pega. Con comentaristas como éste no es de extrañar. Pero lo mejor son las perlas lingüísticas. Y la fijación casi enfermiza con el verbo "meter":

- "¡¡Madre mía, cómo mete el cuerpo este jugador!!" - Esto dicho con clara admiración y a gritos. El jugador es negro y está bastante fornido. Frunzo un poquito el ceño. (Acaba de marcar Brasil el 3º, amosnomejodas)
- "¡Metió la pierna lo justo!" - ¿Lo justo? ¿Lo justo para qué?
- "¡Es el momento de meterle más salsa a este partido!" - ¿Salsa? ¿Pierna? Dudo, dudo...
- "¡¡Qué pierna le ha metido Luisao!!" - Definitivamente me preocupo, porque cada vez que usa el verbo meter lo dice remarcando las consonantes, especialmente la "t" intermedia. Además está como acelerao. A mí que le ponen los cariocas.
- "Es que este jugador tiene un físico IMPRESIONAAANNNTTEEEEE!!" - Vale. De acuerdo. Es un hecho: le ponen los cariocas y si son mulatos mejor aún.
- "¡¡Ahí está ese jugador entrando con TOODOO!" - Teniendo en cuenta que entraba con todo por la espalda de otro jugador y el matiz baboseante del locutor, veo que ha perdido el norte por completo.
- "¡¡Luis Fabiano (me la t*ca con la mano, juas, juas)está haciendo valer ese cuerpo que tiene!!" - Ay, Dios, ya ni disimula. Tranquilo, calvo, que estás saliendo por la tele, que como te enfoquen vas a dar que hablar durante semanas, campeón.
- "El jugador norteamericano le ha tocado la pelota a Kaká" - Mierda, me lo he perdido. Y el realizador no lo repite. Debe ser que estamos en horario infantil.
- "Después de la dura entrada se ha llenado de balón" - Joeeeerrr, eso también me lo he perdido. No explica por dónde se ha llenado de balón, pero no veo a las asistencias corriendo para curar la dura entrada (seguro que con todo) y sacarle el balón. Me relajo. El mulato parece encontrarse bien, porque sonríe.

Pero después de este desparrame verbal, con el que me he reido cantidad, todo hay que decirlo, lo mejor ha sido la frase de mi costilla cuando ha habido un cambio en Brasil. Ha salido uno que se llamaba Elano y ha dicho: "Pues que lo fiche el Madrid, que va a tener un centro del campo genial: Elano con Diarrá y Kaká. No veas esos sevicios de limpieza....". Esta me la enmarco. Y encima empieza el Grand Prix, con un montón de panolis pegándose morrones. Qué final de domingo más bueno.

1 comentario:

  1. Este señor seguro que se crió viendo las películas del gran mito del siglo XX Andres Pajares. Ya sabes lo que decía en sus películas: prometer hasta meter y, una vez metido, nada de lo prometido. Con semejante guía espiritual, la fijación con la palabreja es la mínima secuela que le podía haber quedado.

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