viernes, 7 de agosto de 2009

Bailemos un tango, señor Rickman.

Pues eso, que después de ver lo bien que baila este señor, que parece tan seriote y que se come a quien sea con patatas, que me lo apunto. Alucinado me ha. Y mirad que es un actor que me encanta, tanto haciendo de malo (su Snape de Harry Potter o su malísimo de la primera Jungla de Cristal son para enmarcar) como haciendo de bueno (Sentido y Sensibilidad o Love Actually), pero no me lo esperaba yo haciendo un video con la chica de Texas, que por cierto es una monada, mostrándose tiernito y además bailando en una gasolinera. Y la canción, In Demand, es también preciosa. Un abracito como los que da el señor Rickman me lo pido pero ya. Lo del baile ya se verá.

2 comentarios:

  1. ¿Los maduritos sofisticados también caben en el harén? ¿Qué tienes, un harén o un campo de fútbol? Debo reconocer que estos señores que pasan de los 50 y gastan este magnetismo siempre me han parecido muy curiosos. La verdad es que tiene ese nosequé que causa atracción en las mujeres y admiración en los hombres. Bueno, y admiración en las mujeres y atracción en algunos hombres. Ya me estoy liando... Por cierto, veo que mantienes las buenas costumbres horarias. Para que veas, son las 21:50 y estoy valorando en serio la posibilidad de irme a dormir. Para que luego digan que la culpa es mía. Ay, que envidia me das, con esas vacaciones... El sol trabajando -o el trabajo con sol- es un castigo doblemente divino; el sol en vacaciones es una bendición. Gorrinea todo lo que puedas, tu que puedes. Y lo que te queda, morena. Besito grande.

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  2. Que mala prensa tengo. Que no está en el harén, porras, es sólo que me encanta ese porte aristocrático y esa manera de ser encantador y tiernito aunque haya una gasolinera de por medio. Ains. Que no me entiendes, jo. Y sí, las vacaciones molan. Estamos logrando altas cotas de gorrineo intenso, me estoy moreneando de lo lindo y hasta me permito el lujo de echar cabezaditas después de comer. El regreso será traumático, snif. Mañana me bañaré por tí. Besis, cielete.

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