viernes, 20 de marzo de 2009

Día de fiesta, vermús y risas

En teoría sólo iba a venir mi primo David a arreglar una cosa del ordenador de mi hijo, pero al final la cosa se fué liando, se fué liando y acabaron viniendo mis tíos, mi hermana, mi cuñado y mis dos achuchables sobris. Total, era fiesta, San José, Día del Padre y cualquier momento es bueno para celebrar lo que sea y para hacer una comida juntos. Mariví se trajo los útiles para nuestra amada y siempre bien ponderada pucha (vermú blanco, mucho hielo y un chorrito de jarabe de fresa) y mi hermanísima los postres (arroz con leche y natillas). Como plato fuerte, mi cocido, del que mi gente suele decir que está de pecado mortal y que ellos se condenan de muy buen grado, faltaría más.

Tenemos la extraña e incómoda costumbre de tomarnos el vermú en la cocina, sea cual sea el tamaño que tenga. La mía no es especialmente grande. Cuando estoy yo sola me parece que hasta sobre sitio, pero siete adultos bebiendo como cosacos y picando aceitunas y otras delicias aperitiveras en un espacio de ese tamaño resulta un tanto "apretadillo". A la segunda pucha (y a la tercera cerveza de la sección masculina), los hombres de la casa decidieron seguir la ronda en el bar de abajo y nosotras proseguimos a lo nuestro. Resultado: la botella de vermú murió en acto de servicio. Loemos sus logros y su sacrificio.

Dimos de comer a la chiquillería y a eso de las cuatro nos sentamos a la mesa los adultos, que ya andábamos todos de lo más contentos. Lúcidos y con hambre, pero contentos. Y el enorme cocido también cayó como un héroe a pesar de la gran resistencia que opuso. Por la cantidad, más que nada. Vaya panda. Parece que no hemos comido nunca. Y a pesar de ello los postres siguieron su misma estela. Qué sensación de vacío en las fuentes...

Después del café, de nuevo los hombres emigraron... pero para buscar por la casa y los sofás sitios adecuados para planchar la oreja, que los garbanzos dan mucho sueño, aseguran. Los peques se encerraron a jugar a la Play y las Moreno decidimos actualizar nuestro catálogo de canciones y enzarzarnos en la sesuda tesis de si respecto al meneo de caderas es mejor el de Baute o el de Chayanne. A veces somos de un monotemático que asusta. Mariví opina que es mejor que ninguno de los dos abra la boquita, porque el morbo y la imagen se van al garete en minuto y medio. Mi hermanísima considera que ese modo de decir "dame de eso" de Baute es como para que te suban sofocos a montones. Hombre, si valoramos la letra de la canción tiene su aquel.... pero claro, luego vemos el "Torero" de Chayanne y se me va a la porra la escala de valores. Eso es lucir vaqueros y moto y lo demás minucias. Y en general, que para qué porras queremos que abran la boca. Pardiez.

Pasamos un par de horas muy divertidas viendo vídeos y oyendo musiquitas mientras los demás roncaban a pata suelta tirados de cualquier manera. Hasta mi Mariete se quedó fritito en el suelo agarrado a un coche de plástico y con el chupete puesto. También tuvimos una sesión de visionado de fotos de años anteriores y traspaso de pendrive a pendrive, que estas cosas si se comparten dan menos vergüenza ajena.

Cuando me senté en mi sofá favorito después de toda la jornada, ya con la tranquilidad y el silencio instalados en casa, no pude evitar sonreir para mí misma. Con que poca cosa nos lo pasamos bien. Y que nos dure....

1 comentario:

  1. ¡¡ Que envidiaaaaaaaa !! A mi estas fiestas con gente que quieres me encantan, ya lo sabes. Lástima que me pille tan lejos, que igual me autoinvitaba :-) Eso sí, me iré a un súper a por el jarabe de fresa, a ver a que saben esas puchas que tanto os gustan. Por cierto... yo voto por Baute ;-P

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